Soy una fanática de los caballos, la equitación y los deportes ecuestres y precisamente esa es la razón para embarcarme en esta aventura de escribir sobre los caballos y su gente.
Desde la libertad de no tener ningún tipo de mochila, ni debo ni me deben favores, ni tengo conflicto de intereses de tipo alguno en el mundo de la hípica.
Soy defensora de la diversidad en todas sus acepciones, diversidad de opinión, diversidad de competencia, diversidad de pensamiento, diversidad de conducta, etc.
La competencia es la selección natural de los más aptos, entendiendo por aptos los que mejor se adaptan al medio, que nos hace mejorar en nuestras tareas cotidianas o en el peor de los casos nos hace caer en una paranoia de creer que todo el mundo es malo, está contra nosotros, nos copian y que somos los mejores porque hemos inventado el sol y la luna y el resto no saben apreciar nuestra inteligencia.
Bendita competencia y bendita colaboración entre colegas, esto es lo que nos hace grandes, el mercado es el que se encarga de ponernos en nuestro sitio. Los atletas que compiten en velocidad, no se pueden distraer en mirar a su alrededor, solo pueden dirigirse hacia delante, de lo contrario el fracaso sería su objetivo.
Mi objetivo es dar visibilidad a los invisibles para los demás medios informativos y desde mi libertad poder opinar sobre temas que no son políticamente correctos por las consecuencias que acarrean, que en mi caso serán cero puesto que, como he dicho al principio, mi mochila está vacía de favores, ni debo ni me deben.
Espero cumplir mis objetivos, cubrir las expectativas de quien me lea y la colaboración de todo el mundo hípico con sus opiniones, eventos, ideas y críticas.
Mayte Lavandeira
Blogger ecuestre